Sam Kaye es un jóven de tan sólo 12 años que ha ganado un concurso de fotografía de la Royal Photographic Society y tuvo la oportunidad de viajar con su familia al continente africano.
Midiéndose con 10.000 fotógrafos de todo el mundo, donde seguramente una buena parte eran profesionales, la Real Sociedad de Fotografía premió a un jóven que ni el propio jurado sabía que era un niño.
Mientras que algunos fotógrafos han de aprender a base de técnica, otros como el pequeño Kaye tienen un talento innato. Lo bueno es que hoy Sam Kaye ya puede firmar sus fotografías con las siglas LRPS, un beneficio que distingue a los mejores fotógrafos del mundo.